La temporada más triste llegó a su fin

El fin de semana que pasó marcó el cierre definitivo de la temporada de ski en la Argentina. Un invierno dificilísimo para todos los centros de deportes invernales, ya que aún aquéllos que pudieron y decidieron abrir lo hicieron sin recibir turismo, que es el principal motor de su economía.

Bayo

Catedral, Castor, Chapelco (foto de apertura) y Cerro Perito Moreno fueron los que más tiempo estuvieron en operaciones: prácticamente todo agosto y septiembre; Cerro Bayo y Caviahue lo hicieron aunque menos tiempo y, tal como estaba anunciado de antemano, Las Leñas y La Hoya no llegaron a abrir en toda la temporada.

Catedral

En casi todos los casos la apertura fue parcial, tanto en días de la semana operativos como en el funcionamiento de los medios. Y, para todos igual, el público se limitó a los residentes de las localidades cercanas.

Cerro Perito Moreno

De todas formas, para los centros de ski en particular y para la industria del turismo en general, quedó un dato positivo: cumpliendo los protocolos, la actividad es posible. La demostración más importante de ello fue que en los seis centros que tuvieron operaciones no se produjo un solo caso de coronavirus, entre quienes los visitaron ni dentro de sus equipos de trabajo.


Por otro lado, el hecho de haber estado abiertos posibilitó que al menos para todos los residentes de las localidades cercanas a cada uno tuvieran la chance de disfrutar la nieve y la montaña, después de varios meses de aislamiento obligatorio dispuesto a nivel nacional, y que se replicó en las tres provincias en las que hubo actividad.

Castor

La mayor paradoja de esta temporad tal vez resulte el hecho de que fue uno de los mejores inviernos de los últimos años, en términos de nieve precipitada. Ojalá que el 2021 sea igual en ese sentido, y totalmente distinto en cuanto a la posibilidad de que todos puedan acceder a los centros de ski argentinos.