Cierre forzado de temporada: los centros de ski en su laberinto


Al menos tres importantes centros de ski de Sudamérica cierran anticipadamente este fin de semana del 8 y 9 de septiembre por falta de nieve: Las Leñas y Caviahue -en la Argentina- y Portillo -en Chile- ya lo anunciaron oficialmente en sus respectivas redes. El resort mendocino y el chileno lo hacen a pesar de estar situadas sus respectivas bases a más de 2000 metros de altitud en plena Cordillera de los Andes y de contar cada uno con su sistema de cañones para generar nieve artificial, que las inusuales altas temperaturas han impedido utilizar en este tramo del invierno.

El comienzo del invierno en estos centros de ski había sido más o menos auspicioso, y el hecho de que el Hemisferio Norte tuviera una buena temporada hacía refrescar en la previa el mito de que los buenos inviernos se replican luego en el Sur. Sin embargo, ni el comienzo ni el final fueron como se esperaba. Si bien en la mayoría de los centros de ski las nevadas se fueron espaciando a lo largo de la temporada y permitió que se pudiera funcionar con relativa normalidad, la realidad es que no fue un invierno de grandes acumulaciones en ninguno de los destinos de Sudamérica.

La diferencia entre los centros de ski del norte de la Cordillera, como el caso de Las Leñas y Portillo, es mucha y evidente comparada con los de los resorts de la Patagonia central, como es el caso de Catedral, Chapelco y Cerro Bayo. En ese sentido, la situación de Caviahue (foto de apertura) es una excepción al estar tan cerca de los mencionados anteriormente, pero también es una realidad que cada sistema montañoso tiene una serie de características y microclimas que lo hacen único y diferente a cualquier otro, aún estando a distancias inferiores a 100 kilómetros.

Las Leñas, hace unos días

El caso de Las Leñas y Portillo, en el norte, es paradigmático por la altitud de ambos, con sus respectivas bases a más de 2000 metros de altitud sobre el nivel del mar y de contar con sistemas de cañones para generar nieve artificial. Pero la semana pasada, en el centro de ski mendocino, se registraron temperaturas superiores a los 15 grados durante varios días corridos, lo que hace impensable la generación de nieve y mucho menos la posibilidad de asegurar la existente.

El calentamiento global viene de inmediato a la cabeza para intentar explicar este tipo de fenómenos, y el factor del agujero en la capa de ozono en estas latitudes continentales aparece como otro argumento cuando empiezan a llegar noticias de Europa en las que se habla de incipientes nevadas y que la temporada podría empezar en noviembre (cuando lo habitual es diciembre).

También es insoslayable pensar en cómo se paran los centros de ski de la región en relación a la cuestión ambiental, que incide directamente en las precipitaciones níveas. En la Argentina apenas un par de centros de ski han avanzado en buenas prácticas de gestión ambiental.
El reciente debate en relación a la Ley de Bosques vigente en la Argentina y su aplicación pensando en el futuro desarrollo de los resorts es otro punto polémico, y hace necesaria mucha claridad sobre cuál sería el costo de la tala y avance sobre áreas naturales en relación a la alteración del medio ambiente.

En ese sentido, y si bien la lógica invita a pensar que quienes gerencian los centros de ski son concientes de esta problemática, la realidad exige que éstos tomen y expresen su posición de manera enfática y empiecen a generar políticas que sean pioneras en cuidado ambiental: es nada menos la industria en la que operan la que está en juego.

(Imágenes: Facebook/Informedenieve)






Comentarios

Entradas populares

Búsqueda personalizada