Presente y futuro del ski de competición nacional

Por Cristian Simari Birkner
Especial para SKI CENTRAL


Esta vez me alejo un poco de las pruebas y entrenamientos narrados en primera persona para evaluar la situación del mundo de la competición a nivel nacional



En un encuentro con Roberto Escardó en el 5to Salón Internacional del Automóvil, rodeados de autos increíbles, comenzamos una charla sobre nuestra pasión (nada que ver con los Autos!), principalmente sobre el invierno y el esquí, la competición y el turismo.
En esta charla de amigos, Roberto me preguntó si me animaba a escribir sobre estos temas, ya que generalmente escribo sobre mis actuaciones y entrenamientos sobre las competencias y los resultados.
Así es que comienzo a dar una opinión personal del momento actual del esquí, obviamente me voy a orientar en la parte que más entiendo y me interesa: el esquí de competición.
Hoy contamos en la Argentina con cuatro de los cinco campeones sudamericanos y seguramente los primeros lugares en el ranking mundial de los países latinoamericanos, esto es un gran logro y es un excelente punto de partida para intentar algún día lograr estar definitivamente en los mejores puestos en la Copa del Mundo, en los Campeonatos Mundiales y con objetivos reales de lograr una medalla en los Juegos Olímpicos.
Estoy convencido que tenemos talentos, chicos y chicas con la capacidad de lograr grandes resultados. Lo que nos está faltando en Argentina es probablemente una organización, una estructura a nivel nacional que permita a estos chicos desarrollar sus capacidades.
Desde hace 10 años aproximadamente tenemos la posibilidad de contar con la televisación de las competencias a través de ESPN, uno de los canales de deportes más vistos en la Argentina y Sudamérica. Por esta señal se transmiten programas especiales de 30 minutos repetidos varias veces durante el invierno; este tipo de promoción a través de la TV no se ve en países mucho más desarrollados a nivel esquí de competición como Italia, Francia, Eslovenia, por nombrar algunos.
Creo que hoy estamos mejor que otros años, pero tal vez peor que otros también; hay que trabajar duro para hacer las cosas bien, hay que tener ideas nuevas y hacer de este deporte lo que es en Austria o Suiza, lograr que las competencias de Campeonato Sudamericano sean reconocidas con la importancia que tienen; hay que lograr que cada competencia sea un show, un espectáculo, y tiene que haber muchas cosas para lograr eso.
En Kitzbuhel, Austria, se corre una de las carreras que más público atrae: alrededor de 50 mil personas viendo la competencia del sábado, con un gran número de celebridades entre la gente. Y si bien el plato principal de evento es la carrera de esquí, hay conciertos, vuelos de aviones y helicópteros de los sponsors, fiesta en la ciudad. Los sorteos públicos y las entregas de premios son parte de la gran fiesta.
Para que se den una idea, el mejor esquiador de la temporada, ganador de la copa del mundo general, fue el croata Ivica Kostelic; él ganó más de 400 mil francos suizos sólo de premios en competencias. En las competencias de Campeonato Sudamericano no hay premios en dinero.
La idea principal seria lograr incorporar las cosas que ya funcionan en el resto del mundo para el esquí. Copiando cosas de otros deportes y de otros ámbitos que funcionan adaptándolos al esquí.
Veo por ejemplo en Europa y los EEUU se televisan deportes como lanzar dardos, snooker, curling, póker y otros que de por sí solos no son deportes de alta velocidad o que generen adrenalina, pero haciendo fantásticos espectáculos logran grandes resultados, hacen shows dignos de ser copiados, llenan estadios y tienen a miles de personas mirándolos por TV.
Me tocó ver cosas muy intrigantes pero a la vez que nos enseñan que no es difícil lograr hacer un show, el año pasado con la falta de nieve el Polo sobre nieve en Bariloche se realizó muy cerca de la llegada de una de nuestras competencias, para los que conocen se jugó en la plataforma 1200 del Catedral, entre la confitería y el T-bar corto. Jugaron en una cancha de menos de 50mt y con pendiente fuerte; los caballos no podían ni galopar, pero en el evento estaba presentes la TV, revistas, celebridades y muchos fotógrafos. A los pocos días ese evento estaba en todos los medios de comunicación, el polo en Catedral fue un éxito y fue fantástico para los sponsors y para los medios; lo mismo pasa con el Rugby y otros eventos en los distintos centros de esquí.
Se puede entonces lograr grandes eventos grandes fiestas y desarrollar el deporte como pasa en Europa.
En la parte ya más turística y hablando de centros de esquí e infraestructura, creo que hay en la Argentina excelentes montañas, muy buenos centros de esquí, obviamente tenemos desventajas comparándonos con los mejores centros de esquí del mundo, como Cortina d’Ampezzo, Madonna di Campiglio, St Moritz, St Anton y muchos más en Europa, que cuentan con el apoyo directo de las municipalidades, provincias y hasta el gobierno nacional. Estos centros cuentan con préstamos a interés 0 con financiamientos y con aportes en muchos casos mayores al 50% del valor de las inversiones.
En la Argentina no sólo faltan estas facilidades sino que tampoco hay industrias que fabriquen medios de elevación, máquinas para fabricar nieve artificial y/o para el preparado de las pistas, hay que importarlas, traerlas desde Europa, Canadá o EEUU.
Piensen que en Europa los centros de esquí necesitan ayuda de los gobiernos para lograr mantener un estándar elevado de servicio y de seguridad: imagínense qué pasa en la Argentina cuando tenemos que pagar no sólo el valor de todo material sino que también el traslado y el impuesto sobre estos valores.
Es prácticamente imposible para un centro de esquí en Argentina poder competir en igualdad de condiciones con centros de esquí Europeos. Esto no quita el gran esfuerzo que se hace en la Argentina para lograr mantener excelentes condiciones de pistas y medios de elevación, es más esto se ve directamente reflejado cuando vemos a los mejores equipos del mundo de esquí de competición eligiendo nuestros centros de esquí para su entrenamiento durante el verano del hemisferio norte.
En definitiva, estas desventajas hacen del esquí un deporte para un grupo demasiado exclusivo y reducido en la Argentina, ya que los costos para su práctica son muy elevados. Las distancias también son una de las cuestiones que no ayudan al desarrollo del esquí a un público más grande, si pensamos que en Italia (país donde realizo la mayor parte de mi entrenamiento) para recorrer la mayoría de los centros de esquí es suficiente viajar unos 700km, y podemos esquiar en miles de centros de esquí, con distintos niveles de dificultad, paisajes, servicios y precios diferentes; en la Argentina, una persona que vive en Bs As para ir a esquiar a un solo centro de esquí tiene que viajar 1000km por lo menos.
Estoy convencido que tenemos muchas posibilidades de mejorar, de lograr que el esquí crezca y se desarrolle en todos sus sentidos. El esquí es uno de los deportes más lindos que existen: se combina la velocidad, la adrenalina, la naturaleza, el aire puro, los paisajes increíbles.
Hace falta conciencia y trabajo, pero tenemos que hacerlo en conjunto con un objetivo en común. Generar ideas nuevas y tomando acciones diferentes a las actuales. Podemos en tiempos relativamente cortos lograr grandes resultados.
Sería interesante que la gente del ambiente y la que no lo es pero disfruta de la montaña, del esquí, del snowboard y todos los deportes que se realizan en los centros de esquí en la Argentina se puedan reunir para dar su punto de vista, y ayuden a los centros de esquí a crecer: si todos aportamos un granito de arena, esto es mucho más fácil de lo que se puede pensar.

Comentarios

Entradas populares

Búsqueda personalizada