Extreme Expedition, marca registrada de Las Leñas
Los fuera de pista convirtieron a Las Leñas en una verdedera meca del freeskiing, tanto para argentinos como extranjeros. En el Valle se organizan salidas guiadas por expertos, para disfrutar lo mejor de la montaña con máxima seguridad
Como todo gran hallazgo, en el Extreme Expedition también hay una “era precámbrica”: hace una década atrás, en el Valle de Las Leñas circulaba el famoso “snow bus”, un colectivo adaptado que subía a los más intrépidos hasta algunos puntos desde los que se podían lanzar a los por entonces escasos y poco frecuentados fuera de pista.
Eran tiempos en los que bajar Marte, por debajo de la telesilla del mismo nombre, constituía toda una hazaña. Con los años, e incentivados por los mismo instructores de la Escuela que histórica y lógicamente son quienes mejor conocen la montaña, cada vez más gente empezó a aventurarse en el intento de dejar su huella en la nieve vírgen.
Así empezó a tomar forma algo más organizado, primero de la mano de Fernando Passano, ex jefe de pistas en Caviahue y La Hoya y desde hace una década un verdadero “caminante” como Coordinador de Actividades de Montaña de Las Leñas, y luego ya en forma definitiva a partir de 2005, cuando se “oficializó” el Extreme Expedition. Ese año, fogoneado por la visión de Gregg Wardle, uno de los supervisores de la Escuela, se hizo también el primer curso de Instructores-Guías del Valle, lo que se convirtió en el moño del producto, tal como se lo conoce actualmente. Hoy, la Escuela cuenta con un equipo de 15 guías, supervisados por el experimentado Claudio Margaride.
Lo que hay que saber
Pero, ¿en qué consiste técnicamente el Extreme Expedition? En una salida grupal de entre cuatro y ocho personas, acompañada justamente por un Guía de la Escuela y un pistero socorrista.
El grupo se sube a un máquina pisanieve -acondicionada para llevar más pasajeros que los habituales-, y recorre unos 10 km hasta la zona del Cerro Collar (frente a Marte) o la más buscada por los conocedores: Valle Hermoso, algo más lejos (pasando el retorno de Iris) pero un verdadero paraíso.
Además del deslinde de responsabilidad que se debe firmar antes de encarar la expedición, cada esquiador o snowboarder debe llevar sus elementos de seguridad: casco, ARVA, pala, como mínimo.
Tanta precaución tiene un único objetivo: disfrutar al máximo de la montaña minimizando al máximo los riesgos. Una vez en el destino elegido, el Guía elige cuál será la vía de descenso en cada bajada, en base a la consistencia de la nieve, hora del día y otros factores que influyen en la seguidad.
Los Guías tienen, desde hace un par de años, una ayuda extra: el libro sobre los fuera de pista que editó el suizo Thomas Perren, instructor de la Escuela, y que está a la venta en el Valle.
La seriedad con la que se desarrolla esta actividad, que puede ser de media jornada o de día completo y que tiene clientes que cada año vuelven expresamente para repetirla, hasta ahora ha dado sus frutos: “En los cinco años que venimos realizando el Extreme Expedition, no hemos tenido jamás un accidente; ni siquiera el más mínimo”, afirma Daniel Maniero (foto), uno de los guías más experimentados del Valle y ex titular de la escuela de ski local y de la de Caviahue.
Y también da sus frutos a nivel disfrute, cuando se vive la sensación de bajar por nieve honda en polvo, a lo largo de un desnivel de más de mil metros, sin aerosillas a la vista, y con la única compañía del grupo y alguna solitaria águila mora supervisando la bajada.
(Info: Las Leñas y SKI CENTRAL – Fotos: Perfil Guías de Las Leñas en Facebook)
Como todo gran hallazgo, en el Extreme Expedition también hay una “era precámbrica”: hace una década atrás, en el Valle de Las Leñas circulaba el famoso “snow bus”, un colectivo adaptado que subía a los más intrépidos hasta algunos puntos desde los que se podían lanzar a los por entonces escasos y poco frecuentados fuera de pista.
Eran tiempos en los que bajar Marte, por debajo de la telesilla del mismo nombre, constituía toda una hazaña. Con los años, e incentivados por los mismo instructores de la Escuela que histórica y lógicamente son quienes mejor conocen la montaña, cada vez más gente empezó a aventurarse en el intento de dejar su huella en la nieve vírgen.
Así empezó a tomar forma algo más organizado, primero de la mano de Fernando Passano, ex jefe de pistas en Caviahue y La Hoya y desde hace una década un verdadero “caminante” como Coordinador de Actividades de Montaña de Las Leñas, y luego ya en forma definitiva a partir de 2005, cuando se “oficializó” el Extreme Expedition. Ese año, fogoneado por la visión de Gregg Wardle, uno de los supervisores de la Escuela, se hizo también el primer curso de Instructores-Guías del Valle, lo que se convirtió en el moño del producto, tal como se lo conoce actualmente. Hoy, la Escuela cuenta con un equipo de 15 guías, supervisados por el experimentado Claudio Margaride.
Lo que hay que saber
Pero, ¿en qué consiste técnicamente el Extreme Expedition? En una salida grupal de entre cuatro y ocho personas, acompañada justamente por un Guía de la Escuela y un pistero socorrista.
El grupo se sube a un máquina pisanieve -acondicionada para llevar más pasajeros que los habituales-, y recorre unos 10 km hasta la zona del Cerro Collar (frente a Marte) o la más buscada por los conocedores: Valle Hermoso, algo más lejos (pasando el retorno de Iris) pero un verdadero paraíso.
Además del deslinde de responsabilidad que se debe firmar antes de encarar la expedición, cada esquiador o snowboarder debe llevar sus elementos de seguridad: casco, ARVA, pala, como mínimo.
Tanta precaución tiene un único objetivo: disfrutar al máximo de la montaña minimizando al máximo los riesgos. Una vez en el destino elegido, el Guía elige cuál será la vía de descenso en cada bajada, en base a la consistencia de la nieve, hora del día y otros factores que influyen en la seguidad.
Los Guías tienen, desde hace un par de años, una ayuda extra: el libro sobre los fuera de pista que editó el suizo Thomas Perren, instructor de la Escuela, y que está a la venta en el Valle.
La seriedad con la que se desarrolla esta actividad, que puede ser de media jornada o de día completo y que tiene clientes que cada año vuelven expresamente para repetirla, hasta ahora ha dado sus frutos: “En los cinco años que venimos realizando el Extreme Expedition, no hemos tenido jamás un accidente; ni siquiera el más mínimo”, afirma Daniel Maniero (foto), uno de los guías más experimentados del Valle y ex titular de la escuela de ski local y de la de Caviahue.
Y también da sus frutos a nivel disfrute, cuando se vive la sensación de bajar por nieve honda en polvo, a lo largo de un desnivel de más de mil metros, sin aerosillas a la vista, y con la única compañía del grupo y alguna solitaria águila mora supervisando la bajada.
(Info: Las Leñas y SKI CENTRAL – Fotos: Perfil Guías de Las Leñas en Facebook)
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