Steven Williams, el "gringo" del Neuquén
Tiene
nombre de gringo, pero su abuelo nació en Trevelín (Chubut), que es donde reside
la comunidad galesa más grande del país, por lo que su ascendencia está más que
clara. Steven Williams es nacido y criado en San Martín de los Andes, provincia
del Neuquén. A escasos 100 km en línea recta -cordillera mediante- de Corralco,
Chile, donde acaba de ganar nada menos que dos pruebas en días consecutivos,
que lo consagraron como el flamante campeón sudamericano de snowboard cross.
Hace apenas
un año, sin embargo, Williams estuvo a punto de largar el deporte. Una seguidilla
de resultados adversos y falta de motivación lo llevaron en 2015 a replantearse
el rumbo, y se fue a probar suerte a Lake Tahoe, en los Estados Unidos; una
zona repleta de centros de ski, pero en pleno verano.
Después de
varios meses de trabajar en la construcción, martillando clavos arriba de un
techo con el sol cayéndole a pique, Williams revalorizó su pasión y decidió
darle una segunda oportunidad. “Ahí me di cuenta lo lindo que es el snowboard. Pero
sabía que tenía que ordenar mi cabeza para volver, y enfocarme sólo en las
carreras”, recuerda.
Efectivamente
fue el punto de inflexión que necesitaba. Volvió más enchufado que nunca y, representando
a la FASA (Federación Argentina de Ski y Andinismo), durante la última
temporada del Hemisferio Norte tuvo actuaciones descollantes. En la Copa del
Mundo consiguió un histórico 7° puesto en Corea –ganando la denominada “pequeña
final”-. Y más tarde clasificó 11° para un 9° puesto definitivo en la final de
España, a la que clasifican exclusivamente los 32 mejores del ranking mundial. Vale
decir: lo que en cualquier disciplina de alta competencia es señal de “estar en
el lote de arriba”.
Su
despegue, mucho antes de la crisis
existencial, había sido en 2011, en Francia, cuando se metió entre los 16 mejores
entre 120 participantes. “Fue un verdadero click, porque ahí me di cuenta que
podía pelear con los de arriba”, señala Titu,
como lo llaman entre amigos y familia, y como se autodenomina en su cuenta de
Twitter (@Titu_Williams).
Si bien
desde entonces subió varias veces al podio en pruebas FIS (Federación
Internacional de Ski, entidad que también rige los destinos del snowboard), el
dato del 2011 no es menor: aquél año se consagró por primera vez campeón
nacional de la especialidad, título que revalidó en 2015 tras su vuelta a las
pistas.
Sin ir más
lejos, las sucesivas pruebas continentales que disputó en Corralco a lo largo
de los últimos años son fiel testimonio de su curva evolutiva: 4° en 2014, 3°
en 2015, dos primeros puestos en estos últimos días. El snowboard cross –o boardercross- es una de las disciplinas más nuevas del snowboard. Su ascenso en la consideración de los amantes de los deportes invernales va en directa proporción a su espectacularidad: consiste en una carrera de descenso a gran velocidad y en tandas de cuatro a seis participantes en simultáneo, a través de un circuito que recorre varios saltos y curvas peraltadas. “Me encanta la adrenalina y siento que correr es algo que me sale natural, no haría otra disciplina de snowboard. Cada uno tiene su camino marcado”, asegura Steven.
Claro que dicho camino tiene, como toda elección conciente, cosas que quedan al costado. Casi no tiene tiempo –anque permiso- para andar en moto o hacer surf, sus otras pasiones. Difícilmente alguna mujer esté dispuesta a acompañarlo durante las largas giras europeas. Y uno de sus grandes proyectos personales, que es plantar árboles frutales en su campito natal, se seguirá postergando algún tiempo más.
Es que, a los 27, su gran objetivo es estar en Pyeongchang 2018 (Corea), sede de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. Y según Maxi Cataldi, su coach desde hace años, tiene todo lo necesario para conseguirlo.
Allí, tal vez, tenga de rival a su referente, el francés Pierre Vaultier, actual oro olímpico. Steven lo vio correr por primera vez en vivo y en directo en la Copa del Mundo de Chapelco 2008, pero del lado de afuera del circuito: hoy compiten hombro a hombro en cada prueba del Hemisferio Norte. “Admiro lo técnico que es. Corre como un señor: baja a fondo con cinco corredores al costado suyo y parece que fuera solo, buscando su mejor línea”, remata Williams. Sin considerar que, a juzgar por los recientes resultados y su evidente potencial, pueda acaso estar describiendo alguna de sus propias características.
(Crédito de la nota original: diario La Nación de Argentina)
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