De Luxemburgo a la Cordillera de los Andes

Desde hace unos días, se encuentran entrenando en el centro de ski La Hoya dos integrantes del equipo nacional juevenil de Luxemburgo, tras la huella del legendario Marc Girardelli.


Los chicos que se encuentran en el resort cercano a Esquel son los hermanos Marie y Jordi Arguello, quienes se preparan a las órdenes del argentino Ramiro Lambert. Los chicos vienen a hacer la pretemporada a Sudamérica para después participar en el circuito de carreras FIS en Europa.

Fruto de un error histórico
El pequeño ducado de Luxemburgo representa una de las grandes paradojas del ski alpino de competición: es que a pesar de casi no tener centros de ski importantes, cuenta con uno de los mejores esquiadores de la historia, un monstruo sagrado del circuito blanco, que ganó nada menos que cinco Copas del Mundo: el mítico Marc Girardelli. ¿Cómo se explica esto? En realidad, Girardelli nació en Austria, pero la Federación de ese país no le vio condiciones para ser corredor. Helmut, su padre, devino en entrenador y representante, y le ofreció a las autoridades deportivas de Luxemburgo un negocio que terminaría siendo más que rentable para el ducado: el primer equipo unipersonal de la historia del circo blanco, gerenciado a nivel familiar. Y el trato se cerró. Marc Girardelli disputó la Copa del Mundo durante nada menos que 18 temporadas -en las que conquistó cinco Globos de Cristal al corredor más regular-, ganó 11 medallas en campeonatos mundiales y dos en Juegos Olímpicos de Invierno y, como prueba de que era un perfeccionista y un apasionado del esquí, subió a lo más alto del podio en todas y cada una de las disciplinas del ski alpino de competición.
Todavía hoy, a poco más de una década de su retiro, los austríacos se lamentan aquél error de visión histórico, y Luxemburgo disfruta de sus conquistas y lo ubica como un espejo en el que intentan reflejarse sus jóvenes esquiadores.